Programa de gestión de riesgos de micotoxinas
Este programa tiene como objetivo proporcionar conocimientos completos e integrados para gestionar las micotoxinas de forma eficaz.
El manejo efectivo de la exposición a las micotoxinas es esencial cuando se crían pollos de engorde, que tienen un alto riesgo debido a un ciclo de producción de 70 semanas. Las micotoxinas pueden comprometer la ingesta de alimento, el aumento de peso, la salud intestinal y la inmunidad, y aumentar las tasas de conversión alimenticia (FCR) y la mortalidad. El control óptimo de riesgos incluye la compra de materias primas de calidad en las fábricas de piensos y el seguimiento durante el almacenamiento de las materias primas y los piensos.
La calidad de la carne de aves de corral está determinada por múltiples factores, incluidos la genética, el manejo, el procesamiento y la nutrición animal. Ciertos ingredientes o complementos alimenticios, como la vitamina E y el selenio, también pueden afectar la calidad de la canal y la carne de las aves de corral. Tradicionalmente, las dietas para pollos de engorde se han formulado para promover el máximo rendimiento animal. Sin embargo, este tipo de dieta altamente concentrada y rica en proteínas puede ser costosa y afectar la rentabilidad. Recomendamos un enfoque integral para formular dietas que garantice que el ganadero pueda optimizar el rendimiento y la producción de los pollos de engorde mientras mantiene la salud y el bienestar de los animales y cumple los objetivos de sostenibilidad. Esto incluye la consideración de los costos de las materias primas, las condiciones del mercado, los ingresos generados y el uso de ingredientes alimenticios nuevos o alternativos.
El agua es el nutriente más importante, pero el más descuidado, en la dieta de un animal. La mayoría de los animales beben aproximadamente el doble de lo que comen, por lo que la calidad del agua es clave para una salud y un rendimiento óptimos. Los problemas de calidad del agua pueden ser señalados por una ingesta insuficiente de agua o alimento por parte de un animal, así como por una disminución inexplicable en la salud o el rendimiento. Para ayudar a prevenir problemas, recomendamos un fuerte enfoque en monitorear las condiciones higiénicas de la fuente de agua en todo el sistema como parte de su programa de bioseguridad y administración de la granja.
Los piensos para animales corren el riesgo permanente de estropearse o contaminarse por microbios patógenos como Salmonella, E. coli, moho y levaduras. Los signos de alimentos contaminados incluyen partículas agrupadas, malos olores y cambios de color. Una mala higiene de los alimentos puede conducir a la reducción de la energía, así como de las vitaminas A, D3, E, K y tiamina disponibles para el animal; en caso de moho, se puede reducir la palatabilidad. Para ayudar a controlar la calidad del alimento, se puede realizar un análisis de laboratorio para cuantificar el nivel de organismos de descomposición en el alimento para animales.
Los oligoelementos como el zinc, el cobre y el manganeso juegan un papel crucial en el desarrollo y metabolismo de los pollos de engorde. Proporcionar oligoelementos en la forma y cantidad incorrectas, ya sea demasiado baja o demasiado alta, podría generar resultados negativos para la productividad de un pollo de engorde. Lograr una entrega constante de un nivel optimizado de oligoelementos respaldará múltiples funciones esenciales para los pollos de engorde, incluido el rendimiento del crecimiento, la respuesta inmunitaria y oxidativa y la salud.
El alimento y el agua seguros y de buena calidad son los elementos básicos para un crecimiento saludable de los pollos de engorde.