Las principales conclusiones de la investigación
- El estrés del transporte en los terneros de carne puede provocar pérdidas de potasio y una deshidratación severa en combinación con el agotamiento de las reservas energéticas
- La suplementación de terneros de carne con un producto electrolítico a base de potasio en combinación con glicerol después del transporte aumentó la ingesta de agua y la actividad de rumia
Los efectos del estrés post-transporte pueden mitigarse con potasio y glicerol.
Las necesidades de agua y electrolitos del ganado vacuno deshidratado como consecuencia de la privación de alimento y agua son muy específicas. Si los animales reciben un suplemento hipotónico con altos niveles de potasio y glicerol, su ingesta de agua y alimento aumenta, lo que hace que se deshidraten menos y pierdan menos peso corporal[1]. La Universidad de Padua[2] realizó un trabajo en condiciones prácticas de explotación para estudiar los efectos de este suplemento en el ganado vacuno de carne, cuando se suministra después del transporte, sobre la ingesta de agua y de pienso, así como sobre la puntuación de la condición corporal, la rumia y los parámetros clínicos.
Materiales y métodos
Este ensayo se llevó a cabo en una granja comercial de carne de vacuno en Italia con capacidad para albergar 600 toros Charolaise. Los animales se importan de Francia y llegan con un peso vivo medio de unos 415 kg después de ser transportados durante un periodo de 10 a 12 horas. Los toros importados tienen entre 12 y 15 meses de edad. Durante las primeras 24 horas tras su llegada, todos los toros son alimentados con heno y paja de buena calidad. Del día 2 al 7, reciben una dieta especial de adaptación consistente en heno, maíz (ensilado y triturado), pulpa de remolacha, paja y salvado de trigo, harina de soja y complementada con heno, paja y un suplemento de apoyo pulmonar.
Se incluyeron en el ensayo un total de 336 animales, distribuidos en seis lotes diferentes. Dentro de cada lote, dos grupos de 14 animales fueron tratados con la solución electrolítica oral que contenía potasio y glicerol a través del agua de bebida durante los tres primeros días después de su llegada, mientras que dos grupos de control de 14 animales cada uno recibieron sólo agua. El acceso al agua en ambos grupos fue ad libitum. Los animales fueron pesados e inspeccionados a su llegada y los grupos de animales fueron asignados aleatoriamente a uno de los cuatro corrales para el período experimental de 7 días.
La ingesta de agua y alimento se registró diariamente durante todo el periodo experimental midiendo respectivamente la reposición de los niveles de agua y el alimento sobrante. Los signos clínicos de enfermedad respiratoria y gastrointestinal (secreción nasal/ocular, posición de las orejas, temperatura, tos, cojera y consistencia de las heces), la actividad de rumia y las puntuaciones de la condición corporal se registraron a la llegada y diariamente durante los primeros 7 días después de la llegada.
Conclusión
Este ensayo indicó que la suplementación de los toros con una solución oral de electrolitos con altos niveles de potasio y glicerol a través del agua de bebida podía atenuar los efectos negativos del transporte y la manipulación. La disponibilidad de agua con electrolitos provocó un aumento de la ingesta de agua que resolvió la deshidratación inducida por el transporte. La mejora de la actividad de rumia del animal es un indicador de la mejora del bienestar animal.