Cuando se les da acceso ad libitum tanto a la alimentación sólida como a la leche, las terneras no se destetan antes de los seis meses de edad.
Cuando las terneras tienen acceso ad libitum a diferentes tipos de alimentos, hay una gran variación individual en la ingesta de componentes de la dieta.
Las terneras equilibran sus dietas de tal manera que logran una proporción notablemente constante de proteína a energía.
Comprender cómo los terneros eligen los componentes del alimento podría ayudar a maximizar los consumos voluntarios antes del destete y evitar las caídas de crecimiento al destete.
Si los ganaderos están alimentando con programas más altos de nutrición durante la fase previa al destete, es importante comprender completamente el mecanismo de regulación voluntaria del consumo en terneras de leche jóvenes. El desarrollo del tracto digestivo puede interferir con la acción necesaria para que la saciedad se arraigue.[1] Si bien se ha demostrado que las terneras después del destete exhiben una gran variación en las preferencias de alimentación,[2] se ha realizado poca investigación sobre la regulación del consumo de alimento en terneras jóvenes que proporcionaron tanto alimento sólido como leche durante la fase previa al destete.
En su artículo titulado "Determinantes de las preferencias alimenticias y el consumo en terneros",[3] Berends et al. presentaron sus hallazgos con respecto a las preferencias dietéticas a largo plazo de los terneros jóvenes y cómo estas preferencias cambian con el tiempo. También monitorearon los niveles de consumo de diferentes alimentos cuando se ofreció a los terneros todos los alimentos ad libitum.
Un grupo de 24 terneras recibió acceso ad libitum al lactoreemplazador, agua, heno de cebada, ensilaje de maíz picado y concentrado iniciador peletizado, entre la edad de 17 días y 25 semanas. Los consumos de cada componente para cada ternera se registraron durante una semana completa, a los tres y seis meses de edad. La energía del componente del alimento y la digestibilidad de las proteínas se evaluaron con base en los datos de la literatura. Los resultados se presentan en la tabla 1.
A pesar de una variación muy grande en el nivel del consumo de los componentes de la dieta individual, todas las terneras lograron una proporción de proteína cruda digerible a energía digestible notablemente constante. Las terneras se autorregulan y seleccionan los alimentos que dan como resultado una dieta equilibrada. Además, cuando se proporciona acceso ilimitado a los componentes sólidos y la leche, las terneras no se autodestetan antes de los seis meses de edad.
Las terneras jóvenes equilibran sus propias dietas, a pesar de que lo hacen con una notable cantidad de variación en ingredientes específicos y tipos de alimentos. Comprender este fenómeno puede ayudar a los ganaderos a maximizar la ingesta voluntaria de alimento en terneras destetadas y a prevenir una depresión al momento del destete.
[1] Allen, M.S. 1996. Physical constraints on voluntary intake of forages by ruminants. Journal of Animal Science 74: 3063 – 3075.
[2] Atwood, S.B., F.D. Provenza, R.D. Wiedmeier and R.E. Banner, 2001. Influence of free-choice vs mixed-ration diets on food intake and performance of fattening calves. Journal of Animal Science 79: 3034 – 3040.
[3] Berends, H., W.J.J. Gerrits, L.E. Webb, E.A.M. Bokkers and C.G. van Reenen, 2016. Determinants of feed preferences and intake in calves. Energy and protein metabolism and nutrition. - Wageningen Academic Publishers (EAAP publication 137) - ISBN 9789086862863 - p. 97 – 98.
