Manejo del calostro
El impacto positivo de intensificar el predestete en terneras con programas de alimentación
LifeStart
Preweaning
Conclusiones clave de la investigación:
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Los programas intensivos de alimentación de terneras permiten a las terneras duplicar el consumo de nutrientes en comparación con los programas de alimentación restringida.
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Los programas intensivos de alimentación de terneras generan mayores tasas de crecimiento en comparación con los programas de alimentación restringida.
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Las mayores tasas de ganancia antes del destete se han asociado con edades de parto más tempranas y una mejor producción de leche.
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Se debe prestar especial atención a las estrategias de destete para terneras en sistemas de alimentación intensificada.
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La crianza en grupo puede ser beneficiosa en los sistemas de alimentación intensificada, ya que fomenta una mayor ingesta de alimento sólido y reduce el estrés.
Los programas intensivos de alimentación en predestete tienen un impacto sobre el comportamiento, crecimiento y manejo en la granja
Si bien el enfoque tradicional para la crianza de terneras de leche se ha centrado en restringir la cantidad de leche o lactoreemplazador como un medio para estimular la ingesta temprana de alimentos sólidos, las fincas lecheras están adoptando cada vez más programas de alimentación de terneras con altos niveles de nutrición para estimular el crecimiento. Estos programas intensivos de alimentación permiten cantidades de leche que están más estrechamente alineadas con los niveles que una cría consumiría en la naturaleza. Por lo tanto, mientras que la tasa de alimentación de leche convencional es aproximadamente el 10% del peso al nacer que una ternera soportaría poco menos de 500 g/d de ganacia de peso[1], se ha demostrado que estos planes intensificados producen ganancias de peso entre 750 g y 1000 g por día .[2] Estos programas tienen beneficios a corto y largo plazo, tanto en el crecimiento como en el comportamiento de las terneras de leche, y las implicaciones para el manejo de las terneras con este nuevo enfoque de alimentación. La Dra. Miller-Cushon, de la Universidad de Florida, exploró estos temas en su revisión literaria, "Programas intensivos de alimentación de terneros pre-destete: impactos en el crecimiento y el comportamiento". [3]
Improvement of growth and welfare in early life
When calves are provided milk ad libitum, they consume between 8L and 16L per day.[4,5] Intensified calf feeding programs double the amount of dry matter fed on a bodyweight basis from 1-1.5% to 2-3%. These programs, therefore, have a great impact on early life calf performance, structural growth (both girth and height) and efficiency of feed conversion.[6]
Intensified feeding programs also show great advantages in terms of early life calf welfare. These feeding systems, especially when provided on an ad libitum basis, allow calves to feed closer to the way they would in nature, by consuming 8 to 10 meals per day (instead of the conventional, restricted practice of two meals per day) and thus spending a greater amount of time feeding (45 to 60 minutes per day feeding, compared to about 10 minutes per day feeding via the conventional method).[7] Those on restrictive programs, by comparison, exhibit greater signs of hunger (non-nutritive sucking and frequent unrewarded visits to the feeder). Intensified feeding systems thus have quite clear implications for calf welfare in terms of reducing hunger and restoring natural feeding behavior patterns, when feed is provided ad libitum.
Long-term production benefits of intensified calf feeding schedules
In order for these intensified calf feeding programs to make economic sense for dairy farmers, there must be increased long-term performance. Indeed, elevating the early plane of nutrition has been shown to increase long-term production potential. Research on the quantity and quality of milk replacer has shown reductions in age at first calving[8] and an increase in milk production. One such study by Soberon et al. (2012)[9] showed the positive correlation between pre-weaning average daily gain and milk yield in 1st lactation. For every 1 kg of pre-weaning average daily gain, there was an improvement in milk yield of between 850 and 1,113 kg. Thus, the increased costs of intensified calf feeding programs can be recouped by the 1st lactation.
Managing intensely fed calves
Implementing these intensified feeding programs requires certain on-farm management techniques for weaning and housing. As rumen development is slightly delayed with more intense milk feeding programs, it can be a challenge to support consistent growth through weaning. Therefore, post-weaning performance depends on a successful transition at weaning which can be achieved by weaning later[10] and gradually, via a step-down method.[11]
Additionally, intensified feeding systems generally utilize group housing, whereas in conventional feeding systems neonatal calves are typically housed individually. Calves housed in groups usually consume more solid feed prior to weaning.[12] and social housing also tends to reduce stress[13] and results in a more consistent weight gain through weaning.[14]
Ultimately, the short- and long-term benefits of intensified feeding systems include greater rates of growth, more natural feeding behaviour and the potential for an earlier calving age and increased production. A sound understanding of management techniques that must be implemented in order for intensified feeding systems to be successful is however crucial.
Mejora del crecimiento y el bienestar en la vida temprana.
Cuando las terneras reciben leche ad libitum, consumen entre 8 y 16 litros por día. [4,5] Los programas intensivos de alimentación de terneros duplican la cantidad de materia seca suministrada en función del peso corporal de 1-1.5% a 2-3%. Por lo tanto, estos programas tienen un gran impacto en el rendimiento de las terneras en la vida temprana, el crecimiento estructural (peso y altura) y la eficiencia de la conversión alimenticia. [6]
Los programas de alimentación intensificada también muestran grandes ventajas en términos del bienestar de las terneras en la vida temprana. Estos sistemas de alimentación, especialmente cuando se proporcionan ad libitum, permiten que los terneros se alimenten más cerca de la forma en que lo harían en la naturaleza, al consumir de 8 a 10 comidas por día (en lugar de la práctica restringida convencional de dos comidas por día) y, por lo tanto, pasar una mayor cantidad de tiempo alimentándose (45 a 60 minutos por día alimentándose, en comparación con aproximadamente 10 minutos por día alimentándose por el método convencional). [7] Estos programas restrictivos, exhiben en comparación, mayores signos de hambre (succión no nutritiva y visitas frecuentes sin recompensa al comedero). Por lo tanto, los sistemas de alimentación intensificada tienen implicaciones bastante claras para el bienestar de las terneras con el fin de reducir el hambre y restaurar los patrones de comportamiento de alimentación natural, cuando se proporciona alimento a voluntad.
Beneficios de producción a largo plazo de programas intensivos de alimentación de terneras
Para que estos programas intensivos de alimentación de terneras tengan sentido económico para los productores de leche, debe haber un mayor rendimiento a largo plazo. De hecho, incrementar el programa de nutrición temprana ha demostrado aumentar el potencial de producción a largo plazo. La investigación sobre la cantidad y calidad de lactoreemplazador ha demostrado reducciones en la edad al primer parto [8] y un aumento de la producción de leche. Uno de estos estudios de Soberon et al. (2012) [9] mostraron la correlación positiva entre la ganancia diaria de peso antes del destete y la producción de leche en la primera lactancia. Por cada 1 kg de ganancia diaria de peso antes del destete, hubo una mejora en la producción de leche de entre 850 y 1.113 kg. Por lo tanto, el aumento de los costos de los programas intensivos de alimentación de terneras puede recuperarse en la primera lactancia.
Manejo de terneras alimentadas intensivamente
La implementación de estos programas intensivos de alimentación requiere ciertas técnicas de manejo en la finca para el destete y la vivienda. Como el desarrollo del rumen se retrasa ligeramente con programas de alimentación de leche más intensos, puede ser un desafío apoyar el crecimiento constante a través del destete. Por lo tanto, el rendimiento posterior al destete depende de una transición exitosa al destete que se puede lograr al destetar más tarde [10] y gradualmente, mediante un método de reducción gradual. [11]
Además, los sistemas de alimentación intensificada generalmente utilizan un sistema de crianza grupal, mientras que en los sistemas de alimentación convencionales las terneras recién nacidas se alojan normalmente de forma individual. Las terneras alojadas en grupos generalmente consumen más alimento sólido antes del destete.[12]y el sistema de crianza grupal también tiende a reducir el estrés [13] y resulta en un aumento de peso más consistente a través del destete. [14]
En última instancia, los beneficios a corto y largo plazo de los sistemas de alimentación intensificada incluyen mayores tasas de crecimiento, un comportamiento de alimentación más natural y el potencial para una edad de parto más temprana y una mayor producción. Sin embargo, para entender las técnicas de manejo que deben implementarse para que los sistemas de alimentación intensificada sean exitosos es crucial.
Referencias
[1] Appleby, M. 2001. Performance and feeding behaviour of calves on ad libitum milk from artificial teats. Appl. Anim. Behav. Sci. 74:191–201. Jasper, J., and D. M. Weary. 2002. Effects of ad libitum milk intake on dairy calves. J. Dairy Sci. 85:3054–3058.
[2] Tedeschi, L. O., and D. G. Fox. 2009. Predicting milk and forage intake of nursing calves. J. Anim. Sci. 87:3380–3391. Appleby, M. 2001. Op cit.
[3] Miller-Cushon, E.K. Intensified Pre-Weaning Calf Feeding Programs: Impacts on Growth and Behavior. Florida Ruminant Nutrition Symposium, 2015.
[4] Appleby, M. 2001. Op cit., Jasper, J. and D.M. Weary. 2002. Op cit. Miller-Cushon, E. K., R. Bergeron, K. E. Leslie, and T. J. Devries. 2013a. Effect of milk feeding level on development of feeding behavior in dairy calves. J. Dairy Sci. 96:551–564.
[5] Khan, M. A., D. M. Weary, and M. A. G. von Keyserlingk. 2011a. Invited review: effects of milk ration on solid feed intake, weaning, and performance in dairy heifers. J. Dairy Sci. 94:1071–1081.
[6] Diaz, M. C., M. E. Van Amburgh, J. M. Smith, J. M. Kelsey, and E. L. Hutten. 2001. Composition of growth of Holstein calves fed milk replacer from birth to 105- kilogram body weight. J. Dairy Sci. 84:830–42. Khan, M. A., H. J. Lee, W. S. Lee, H. S. Kim, S. B. Kim, K. S. Ki, J. K. Ha, H. G. Lee, and Y. J. Choi. 2007. Pre- and postweaning performance of holstein female calves fed milk through step-down and conventional methods. J. Dairy Sci. 90:876–885.
[7] Appleby, M. 2001. Op cit. Miller-Cushon et al., 2013a. Op cit.
[8] Raeth-Knight, M., H. Chester-Jones, S. Hayes, J. Linn, R. Larson, D. Ziegler, and B. Ziegler. 2009. Impact of conventional or intensive milk replacer programs on Holstein heifer performance through six months of age and during first lactation. J. Dairy Sci. 92:799–809. Davis Rincker, L. E., M. J. VandeHaar, C. A. Wolf, J. S. Liesman, L. T. Chapin, and M. S. Weber Nielsen. 2011. Effect of intensified feeding of heifer calves on growth, pubertal age, calving age, milk yield, and economics. J. Dairy Sci. 94:3554–3567.
[9] Soberon, F., E. Raffrenato, R. W. Everett, and M. E. Van Amburgh. 2012. Preweaning milk replacer intake and effects on long-term productivity of dairy calves. J. Dairy Sci. 95:783-793.
[10] DePassillé, A. M., T. F. Borderas, and J. Rushen. 2011. Weaning age of calves fed a high milk allowance by automated feeders: effects on feed, water, and energy intake, behavioral signs of hunger, and weight gains. J. Dairy Sci. 94:1401–1408. [11] Khan et al., 2007. Op cit.
[12] De Paula Vieira, A., M. A. G. von Keyserlingk, and D. M. Weary. 2010. Effects of pair versus single housing on performance and behavior of dairy calves before and after weaning from milk. J. Dairy Sci. 93:3079–3085.
[13] De Paula Vieira, et al., 2010. Op cit.
[14] Chua, B., E. Coenen, J. van Delen, and D. M. Weary. 2002. Effects of pair versus individual housing on the behavior and performance of dairy calves. J. Dairy Sci. 85:360–364.
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