Manejo del calostro
Las preferencias de los ingredientes de los piensos podrían ser la clave para mejorar las raciones mixtas de arranque
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Conclusiones clave de la investigación:
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El rumen en terneras de leche depende del consumo de alimento sólido.
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El consumo inadecuado de alimento sólido puede conducir a una depresión durante el destete.
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Para alentar al consumo de alimentos sólidos y saludables, la palatabilidad es un factor importante.
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El uso de ingredientes preferiblemente de alta energía y alto contenido proteíco en los alimentos iniciales aumenta el consumo a corto plazo.
Las preferencias de los ingredientes del alimento resultan en diferencias en el consumo del alimento inicial inmediatamente después del destete
Uno de los objetivos principales del manejo de terneras de leche durante la fase previa al destete es estimular el consumo de alimento sólido, ya que el crecimiento y el desarrollo del rumen son estimulados por la fermentación del alimento sólido.[1] Asimismo, es de vital importancia que las terneras jóvenes ingieran cantidades suficientes de alimento sólido para que ocurra una transición de destete suave. Los estudios de preferencia del consumo del alimento realizados durante los últimos 30 a 40 años han encontrado que las preferencias están influenciadas por las propiedades físicas, la palatabilidad y las señales químicas. Existen múltiples señales de retroalimentación que controlan el comportamiento de alimentación, incluidas las físicas. [2]No obstante, dado que la palatabilidad es importante, las preferencias de sabor deben tenerse en cuenta al formular el concentrado iniciador. [3] Si bien se ha realizado una gran cantidad de investigación sobre el uso de agentes aromatizantes, pocos estudios han evaluado las preferencias de las terneras para los tipos de alimentos comúnmente utilizados en la formulación de raciones iniciales. La Universidad de Guelph, IRTA España, Lucta España y el Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados llevaron a cabo un estudio [4]. El objetivo del estudio fue evaluar las preferencias en terneras recién destetadas para los tipos de alimento comúnmente utilizados en las raciones iniciales y ver si esas preferencias persistieron, incluso después de que se mezclaron con otro tipo de alimento en la formulación de la ración.
Diseño del estudio
Un total de 500 terneras recientemente destetadas fueron incluidos en el estudio. El agua, el alimento de iniciación peletizado ad libitum y 4 L/d de lactoreemplazador se suministraron desde el nacimiento hasta el destete al día 62. Las preferencias para varios tipos de alimento se probaron a los 3 y 5 días después del destete. Es importante tener en cuenta que el alimento inicial que se les dió antes del experimento incluía 12 tipos diferentes de ingredientes para que las terneras tuvieran una exposición mínima a cualquier tipo de alimento individual. A las terneras se les dieron pruebas de preferencia por pares cada 6 horas con alimentación de alta energía y alta proteína y luego se probaron usando mezclas 50:50 de los alimentos de alta proteína y alta energía más altos y más bajos. Todas las pruebas fueron diseñadas para que las preferencias exhibidas pudieran atribuirse al sabor y la palatabilidad.[5]Además, cada prueba por pares se repitió con 20 terneros, para aumentar la potencia de la prueba y detectar ligeras variaciones.
Se encontraron claras diferencias en la preferencia y la ingesta de diferentes ingredientes.
En las pruebas dcon el alimento de alta energía, la harina de trigo fue la mejor clasificada, mientras que la de gluten de maíz fue la más baja. Las terneras consumieron un promedio de 448.8 gramos de harina de trigo en comparación con solo 121.5 gramos de gluten de maíz. En las pruebas de tipo de alimento con alto contenido de proteínas, la harina de soya fue el alimento de mayor clasificación, mientras que la harina de gluten de maíz fue la más baja. Las terneras consumieron 605.1 gramos de harina de soya en comparación con solo 30.0 gramos de harina de gluten de maíz durante la prueba.
En el tercer experimento, los resultados de la prueba de alimentación de alta energía y la prueba de alimentación alta en proteínas se combinaron y fueron combinadas y se evaluó si las preferencias de ingredientes de los terneros continuaban, incluso cuando se combinaron 50:50 con otros ingredientes. Como era de esperar, la combinación de los dos alimentos de mayor valor energético y alto contenido proteico (harina de trigo y harina de soja) fué la mejor calificación (los terneros consumieron 515.8 gramos en promedio), y la combinación de los dos alimentos más altos los alimentos energéticos y ricos en proteínas (alimento con gluten de maíz y harina de gluten de maíz) obtuvieron el puntaje más bajo (los terneros consumieron 57,2 gramos en promedio). Las mezclas que contienen un ingrediente alimenticio mejor calificado y uno calificado más bajo (harina de trigo + harina de gluten de maíz + harina de soja + de gluten de maíz) obtuvieron la misma calificación, por debajo de la combinación de mayor calificación pero por encima de la combinación de menor calificación. Por lo tanto, las preferencias en la clasificación de las mezclas fueron consistentes con la clasificación de los ingredientes individuales.
Implicaciones
Las terneras tienen preferencias distintas a corto plazo para ciertos ingredientes alimenticios. Como la palatabilidad del alimento sólido es parte de la ecuación compleja que conduce a la ingesta adecuada de alimento y al desarrollo del rumen, se podrían considerar tales ingredientes al formular las raciones iniciales. Agregar estas fuentes de energía y proteína altamente palatables puede ayudar a minimizar los posibles efectos negativos de ingredientes menos palatables. Pero aún no se ha estudiado el posible vínculo entre las preferencias a corto plazo y los consumos a largo plazo. Por lo tanto, queda por ver si la palatabilidad conduce a una mayor ingesta a largo plazo.
Referencias
[1] Baldwin, R.L., McLeod, K.R., Klotz, J.L., and Heitmann, R.N., 2004. Rumen development, intestinal growth and hepatic metabolism in the pre-and post-weaning ruminant. J. Dairy Sci. 87: E55–E65.
[2] Forbes, J. M. 2007. Voluntary food intake and diet selection in farm animals. CAB Int., Wallingford, UK.
[3] Morrill, J.L. and Dayton, A.D. 1978. Effect of feed flavour in milk and calf starter on feed consumption and growth. J. Dairy Sci. 61: 229–232. and Drackley, J.K. 2008. Calf nutrition from birth to breeding. Vet. Clin. North Am. Food Anim. Pract. 24: 55–86.
[4] Miller-Cushon, E.K., Montoro, C., Ipharraguerre, I.R. and Bach, A. 2014. Dietary preference in dairy calves for feed ingredients high in energy and protein. J. Dairy Sci. 97: 1634-1644.
[5] Montoro, C., Boe, F., Ipharraguerre, I.R., and Bach, A. 2012. Development of a method to evaluate oro-sensory preferences in weaned calves. Livest. Sci.150 :374–380.
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