Estrategias en la dieta para mejorar la salud de las terneras de leche

Gran parte del sistema inmunitario gastrointestinal comienza a desarrollarse durante la gestación, pero el tracto gastrointestinal (TGI) de las terneras experimenta una maduración rápida durante las primeras semanas de vida. ^[4] Existen varias estructuras que funcionan juntas para crear un sistema inmunitario competente, incluidas las barreras físicas, químicas, inmunológicas y microbianas. Se produce un mayor riesgo de enfermedades infecciosas si hay un defecto en cualquiera de estos componentes.

El "cierre intestinal", o maduración intestinal rápida, contribuye a la barrera física. Pero, muchas cosas pueden comprometer esta barrera física, incluidos los cambios en la capa de la mucosa y la motilidad intestinal reducida. Durante el período postnatal temprano, las barreras químicas e inmunológicas también pueden verse comprometidas. Los anticuerpos contra el calostro ofrecen cierta protección inmediata contra los patógenos entéricos, pero tienen una vida media relativamente corta. Por lo tanto, las terneras jóvenes siempre tendrán un mayor riesgo de enfermedades infecciosas hasta que desarrollen su propia inmunidad activa. La barrera microbiana del tracto gastrointestinal de las terneras también se ve comprometida durante la vida temprana, ya que cambian del ambiente relativamente estéril en el útero a estar expuestas a una mayor diversidad y volumen de microorganismos. Con muchos problemas potenciales de defensa del sistema inmunitario gastrointestinal durante su vida neonatal, las terneras tienen un mayor riesgo de enfermedad entérica.

Cabe señalar que en el trabajo de Ballou, se evaluaron diferentes estudios que se realizaron en diferentes instalaciones. No se describieron las condiciones de higiene y el manejo del calostro para cada instalación. El saneamiento y la administración de calostro tienen una fuerte correlación con la morbilidad y la mortalidad, así como una interacción con el plano de nutrición, por lo que algunas de las diferencias observadas podrían explicarse por variaciones en la higiene. De hecho, mantener una sala de partos limpia y trasladar la ternera a un área limpia justo después del nacimiento es realmente el primer paso para un comienzo exitoso.

Los compuestos bioactivos en el calostro y la leche de transición influyen directamente en la maduración del sistema GI inmune. Se ha demostrado que la suplementación con prebióticos, probióticos y proteína de huevo hiperinmunizada ayuda a aumentar la resistencia a las enfermedades entéricas. ^[5] En uno de sus estudios, el Dr. Ballou evaluó complementar una combinación de los tres inmediatamente después del nacimiento hasta los 21 días de edad. El estudio incluyó 90 terneros Holstein, divididos en un grupo de tratamiento y un grupo control. El grupo de tratamiento tuvo una reducción de las incidencias de diarreas de 51.1% a 25.0%. Tal suplementación podría por lo tanto ser una alternativa viable a los antibióticos metafilácticos.

Numerosos estudios han demostrado que el nivel de nutrición antes del destete influye tanto en la resistencia a las enfermedades infecciosas como en la respuesta de los leucocitos durante los períodos pre e inmediatamente posteriores al destete. En algunos de estos estudios, se observaron respuestas mixtas durante el período previo al destete (se informó cierta mejoría en la salud entérica y respiratoria). Si bien algunas de las diferencias pueden atribuirse a las diferencias en la administración de suplementos de calostro, aumentar el plano de nutrición durante el período previo al destete parece influir tanto en la resistencia a la enfermedad como en las respuestas de los leucocitos. Este efecto se traslada al período posterior al destete, a pesar de las posibles diferencias en la estrategia de destete.^[6] Uno de los estudios incluyó terneros Jersey alimentados con un programa nutricional más alto antes del destete. Los terneros mejoraron la capacidad de matar el E. coli de neutrófilos y sangre completa después del destete, en comparación con los terneros Jersey alimentados con programas de nutrición más convencionales y bajos. ^[7,8] Otra investigación realizada por el grupo de Ballou muestra que aumentar el nivel de nutrición en el momento del pre destete influye en la salud de las terneras de leche hasta un mes después del destete.